Un precioso cabuchón de Rosebudlia que no he sido capaz de montar como quería. Lo he deshecho siete veces y no soy capaz de hacerlo mejor. De momento lo dejo así hasta que me venga la inspiración.
Un regalito para mi señor esposo. Dice que le gusta mucho (pobre de él si se le ocurre decir otra cosa). Se me ocurrió hacerlo doble para poner sus iniciales en la parte de atrás y la verdad es que, al quedar más rígido, queda mucho mejor que con una sola capa.
Tenía muchas ganas de hacer esta pulsera, pero siempre me olvidaba de pedir estas delicas grandotas. Es comodísima de hacer y de llevar y además ¡me encanta como me ha quedado!
Parece que este catarro tan cariñoso que se va y vuelve una y otra vez me ha dejado descansar un par de días y he podido terminar la estrella que empecé en la última quedada. El dibujo está inspirado en una de Jean Power (gracias, Alex).
Y lo hace con un bello gesto: colaborando con una asociación que ayuda a animales abandonados. Si quieres participar en este sorteo benéfico, aquí tienes toda la información.